De la autora superventas del New York Times Jennifer L. Armentrout llega el tercer libro de su saga De sangre y cenizas.
Ha sido la víctima y la superviviente…
Poppy nunca soñó que encontraría el cariño que encontró con el príncipe Casteel. Le agradaría gozar de su felicidad, pero primero tienen que liberar al hermano de Casteel y hallar al de el. Es una misión dañina y una de gigantes secuelas con las que ninguno de los dos había soñado. Por el hecho de que Poppy es la Escogida, la Bendecida. La verdadera regente de Atlantia. Transporta en su interior la sangre del rey de los dioses. Por derecho propio, la corona y el reino son suyos.
La enemiga y la guerrera…
Lo único que Poppy siempre y en todo momento ha querido es controlar su vida, no las vidas de los demás, pero en este momento debe elegir entre renunciar a su derecho de nacimiento o ajustarse la corona dorada y convertirse en la Reina de Carne y Fuego. Pero cuando los oscuros errores del reino y sus secretos empapados en sangre por fin van a la luz, un poder largo tiempo olvidado aparece para convertirse en una verdadera amenaza. Y no se detendrá frente nada para cerciorarse de que la corona nunca duerma bien sobre la cabeza de Poppy.
Una apasionado y un corazón gemelo…
Pero la mayor amenaza para ellos y para Atlantia es la que espera en el lejano oeste, donde la Reina de Sangre y Cenizas tiene sus propios planes, unos que transporta cientos y cientos de años aguardando a cumplir. Poppy y Casteel tienen que plantearse lo irrealizable: viajar a las Tierras de los Dioses y despertar al rey en persona. Y a medida que secretos escalofriantes y las traiciones mucho más atroces van a la luz, y emergen enemigos que amenazan todas las cosas por las que han luchado, Poppy y Casteel descubrirán lo lejos que están prestos a ir por su gente… y el el uno por el otro.
Y en este momento se convertirá en reina…