«Algo de odio», la aguardada novedosa novela de Joe Abercrombie, que da comienzo a la trilogía «La era de la locura», nos transporta de nuevo al mundo de «La Primera Ley».
Años después, la era de la máquina llega al Círculo del Planeta, pero la era de la magia se niega a morir. Las chimeneas de la industria se elevan sobre Adua y el planeta bulle de nuevas oportunidades. Pero las viejas rencillas no se han olvidado.
En las castigadas fronteras de Angland, Leo dan Brock pelea por hallar la fama en el campo de batalla y derrotar a los ejércitos de Stour Ocaso. Para ello espera recibir asistencia de la corona, pero es preferible no contar con el hijo del rey Jezal, el poco responsable príncipe Orso.
Savine dan Glokta (influyente inversora y también hija del hombre más inquietante de la Unión) tiene planeado llegar a la cumbre del montón de escoria de la sociedad empleando los medios que sean precisos. Con lo que ella no cuenta es que ningún dinero podrá poner coto a la ira que va a reventar en los suburbios. Con asistencia de la montañera Isern-i-Phail, Ikke trata de controlar el don, o la maldición, del ojo largo.
Ver el futuro es una cosa, pero cambiarlo, en el momento en que el Primero de los Magos prosigue conduciendo los hilos, es otra muy distinta.
«Algo de odio», la aguardada novedosa novela de Joe Abercrombie, que da comienzo a la trilogía «La era de la locura», nos transporta de nuevo al mundo de «La Primera Ley».
Años después, la era de la máquina llega al Círculo del Planeta, pero la era de la magia se niega a morir. Las chimeneas de la industria se elevan sobre Adua y el planeta bulle de nuevas oportunidades. Pero las viejas rencillas no se han olvidado.
En las castigadas fronteras de Angland, Leo dan Brock pelea por hallar la fama en el campo de batalla y derrotar a los ejércitos de Stour Ocaso. Para ello espera recibir asistencia de la corona, pero es preferible no contar con el hijo del rey Jezal, el poco responsable príncipe Orso.
Savine dan Glokta (influyente inversora y también hija del hombre más inquietante de la Unión) tiene planeado llegar a la cumbre del montón de escoria de la sociedad empleando los medios que sean precisos. Con lo que ella no cuenta es que ningún dinero podrá poner coto a la ira que va a reventar en los suburbios. Con asistencia de la montañera Isern-i-Phail, Ikke trata de controlar el don, o la maldición, del ojo largo.
Ver el futuro es una cosa, pero cambiarlo, en el momento en que el Primero de los Magos prosigue conduciendo los hilos, es otra muy distinta.