La fugitiva Callie Ward, acusada del asesinato de su familia, halla el refugio perfecto en el Dominium, un club de BDSM donde podrá vivir sus fantasías mucho más salvajes. El único inconveniente es que se enamora perdidamente del propietario, el distante Mitchell Thorpe. Thorpe tiene sus razones para mantenerla distanciada. Será precisa la aparición de un nuevo amo en el club, Sean Kirkpatrick, a fin de que Thorpe reaccione. Callie emplea a Sean con la intención de poner receloso a Thorpe, pero acabará siendo víctima de su trampa al empezar a sentir algo muy profundo por Sean, el amo escocés de pasado enigmático. En el momento en que Callie se ve obligada a huir nuevamente, está dividida entre ambos hombres, y no sabe en cuál puede confiar ni a cuál quiere entregar tanto su cuerpo… como su alma.