La historia comienza con una escena inquietante: el Hotel Trewidden, situado en las rocosas y desoladas barrancas de Cornualles, ha sido tragado por un derrumbe. Siete huéspedes, un grupo tan diverso como excéntrico, han perdido la vida, víctimas de una tragedia que parece estar entrelazada con un oscuro secreto. La novela se estructura en dos líneas temporales: una que narra el descubrimiento del desastre y otra que nos transporta una semana atrás, revelando la historia de cada uno de los veraneantes, cada uno con sus propios demonios y secretos.
El hotel, un lugar aislado y decadente, albergaba una colección de personajes peculiares. Entre ellos, se encuentra una escritora de novelas románticas con un pasado turbulento, un marinero con una leyenda oscura en el mar, un joven y misterioso profesor con una reputación de ser un hombre de negocios sombrío, una anciana enigmática que parece guardar los secretos de generaciones, una pareja de amantes con un pasado problemático, y un empresario taciturno que busca refugio en la soledad de las barrancas. A medida que la historia avanza, se revela que cada uno de estos personajes estaba ligado al otro, y que el hotel, en realidad, no era un simple lugar de descanso, sino un nido de secretos y pecado. La novela juega con la idea de los Siete Errores Capitales, presentando a cada personaje como una manifestación de uno de estos vicios, y explorando cómo estos vicios, combinados, pueden llevar al desastre.
A medida que el tiempo se hace hueco, el lector se sumerge en la atmósfera opresiva del hotel, acompañada por el sonido del viento y las olas, y la amenaza de las barrancas. Las amistades que se forjan entre los huéspedes se ven erosionadas por la desconfianza y el miedo, mientras que los romances florecen en un ambiente de tensión y peligro. Se revelan secretos familiares, mentiras y traiciones que contribuyen a la atmósfera de suspense. La policía, dirigida por el inspector Davies, investiga el caso, pero pronto descubre que la verdad es mucho más compleja y oscura de lo que podría haber imaginado. El inspector, con su ingenio y su perseverancia, va desentrañando la red de mentiras y secretos, mientras que los propios personajes se ven envueltos en una espiral de paranoia y desconfianza.
El libro se construye meticulosamente, revelando pistas gradualmente, manteniendo al lector en un estado constante de incertidumbre. La trama no se basa en un solo detective brillante que resuelve el caso; en cambio, es el resultado de la laboriosidad de Davies y la combinación de intuiciones y descubrimientos de los propios personajes. Kennedy consigue crear una sensación de paranoia, donde cada individuo es sospechoso y nadie puede confiar plenamente en nadie. La novela no se centra en la resolución del caso en sí, sino en la exploración de la psique humana y las consecuencias de los actos.
El desarrollo de la trama es un juego de espejos, donde la verdad se refleja en múltiples perspectivas. A medida que la investigación avanza, se desvela que el hotel no era sólo un lugar de encuentro para personajes dispares, sino un catalizador de sus demonios. El desastre del derrumbe no es un accidente, sino el resultado de una serie de acciones y omisiones que se remontan a años atrás. La identidad del responsable del desastre es un secreto que se ha mantenido en silencio durante mucho tiempo, y cuya revelación tiene consecuencias devastadoras.
El inspector Davies, a pesar de su profesionalismo, también está lidiando con sus propios problemas personales, que complican su investigación. Su relación con su esposa, por ejemplo, está en crisis, y sufre de problemas de salud que lo hacen más vulnerable. El libro explora cómo estos problemas personales afectan su juicio y su capacidad para resolver el caso. Además, la figura de la anciana, la señora Hillingdon, que guarda los secretos de generaciones, se convierte en un personaje fundamental para el desarrollo de la trama. El libro explora la relación entre el pasado y el presente, y cómo los secretos del pasado pueden seguir atormentando al presente.
La revelación final del culpable es un acto de justicia, pero también un acto de desesperación. El final es impactante y conmovedor, dejando al lector reflexionando sobre la naturaleza del pecado, la redención y el ciclo de la violencia. El lector se siente obligado a reflexionar sobre el personaje de los personajes e intenciones detrás de sus acciones.
Opinión Crítica de La Fiesta
«La Fiesta» es una obra maestra del misterio clásico, una novela que combina la tensión, el suspense y la exploración psicológica de una manera magistral. Margaret Kennedy logra crear una atmósfera opresiva y melancólica que te atrapa desde la primera página, y que te mantiene en vilo hasta el impacto final. La novela es una celebración de la mente humana, con suspenso, el misterio, la sospecha y lo inesperado.
La fuerza de la novela reside en sus personajes. Cada uno de ellos es complejo y real, con sus propios demonios y secretos. Kennedy no rehúye la exploración de los aspectos más oscuros de la psique humana, y nos presenta a personajes que son a la vez atractivos y repulsivos. La novela también es una crítica sutil de las convenciones sociales de la época, y de la hipocresía y la corrupción que acechaban en las clases altas.
“La Fiesta” es una lectura obligada para los amantes del género del misterio clásico, así como para aquellos que disfrutan de una novela que va más allá del simple entretenimiento y que les invita a reflexionar sobre la naturaleza humana. El final es una sorpresa, y es una historia que permanecerá en su memoria. Recomiendo esta novela a todo aquel que disfrute de historias de misterio con una atmósfera envolvente y personajes que dejarán una huella.


