Tesla Martin vivía plácidamente sirviendo cafés en la cafetería Morningstar Mocha, gozando de las idas y venidas de sus clientes del servicio preferidos. No obstante, ninguno de ellos podía compararse con Meredith, una mujer atractiva que se las arreglaba para sonsacarle la crónica de su vida incluso al mucho más tímido de los mortales.
Con su canto de sirena, Meredith logró capturar a Tesla en su órbita sensual y también irreprimible y, sin reservas, Tesla compartió con ella vivencias que había olvidado hacía mucho. Nada de lo que le proponía Meredith le parecía imposible, ni siquiera acostarse con su marido, Charlie, mientras que ella miraba.
En un abrir y cerrar de ojos, Tesla entró a ser parte de un triángulo amoroso. Junto a Charlie, sensato y de carácter relajado, y Meredith, refulgente y irritante al mismo tiempo, Tesla encontró lo que siempre había soñado, si bien absolutamente nadie mucho más pudiese comprenderlo. Eran tres contra el mundo.
Pero los vértices del triángulo comenzaron a separarse prontísimo, hasta el momento en que solo quedaron dos, y el espacio intermedio se llenó de confusión, mal y opciones…