«La Constitución de Forges» no es una obra académica. Al contrario, se trata de un
particular, caracterizado por el uso de ejemplos concretos, anécdotas y observaciones ingeniosas que hacen que la lectura sea muy amena y entretenida. Forges no se limita a describir los artículos de la Constitución; los utiliza para ilustrar los problemas y las contradicciones existentes en la sociedad española de la época.
La obra está dividida en secciones que abarcan los principales aspectos de la Constitución, como la soberanía nacional, la separación de poderes, los derechos y libertades fundamentales, la organización territorial del Estado, etc. En cada sección, Forges ofrece su interpretación personal, a menudo contrastando con las perspectivas oficiales y el discurso político de la época. El autor no teme criticar abiertamente, y su sarcasmo y su agudeza le permiten exponer las fallas y los excesos del sistema. Además, Forges utiliza sus dibujos, que se insertan de forma estratégica en el texto, para reforzar sus argumentos y para añadir un elemento de humor y de irreverencia. Estos dibujos, realizados con su inconfundible estilo, representan situaciones y personajes de la época, y contribuyen a crear una atmósfera única y memorable. La obra, en definitiva, es un ejercicio de crítica social y política desde una perspectiva humanista y comprometida.
La Constitución de Forges no busca ser un manual de derecho para abogados o juristas. Más bien, es una explicación accesible y comprensible de los principios fundamentales que rigen nuestro estado, pensada para el ciudadano común. El libro se caracteriza por un lenguaje claro y directo, evitando la jerga legal y las explicaciones rebuscadas. Forges se esfuerza por traducir los conceptos complejos en términos que el lector pueda entender fácilmente, utilizando ejemplos concretos y analogías para facilitar la comprensión.
El autor se centra especialmente en la interpretación de los derechos y libertades fundamentales, que considera como los pilares del nuevo estado de derecho. Analiza cómo estos derechos se aplican en la práctica, identificando posibles problemas y limitaciones. Además, Forges critica las posibles manipulaciones y abusos que pueden surgir en relación con estos derechos, instando al ciudadano a ejercerlos con responsabilidad y conciencia. El libro no solo expone las bases legales, sino que también invita a la reflexión sobre el significado y el valor de estos derechos en la vida cotidiana.
Las ilustraciones de Forges, que acompañan al texto, son un componente esencial de la obra. No se trata de meras decoraciones, sino que están íntimamente ligadas al texto y contribuyen a su significado. Los dibujos, realizados con una técnica peculiar y un estilo inconfundible, representan situaciones, personajes y símbolos de la época, y ayudan a visualizar los conceptos y a entender las ideas de Forges. Por ejemplo, un dibujo de un soldado en una esquina puede representar la tensión entre la ley y el poder, mientras que una representación de un ciudadano votando puede simbolizar la importancia de la participación ciudadana. La combinación de texto e ilustración crea una experiencia de lectura única y memorable.
El libro también aborda la organización territorial del Estado, analizando las diferencias y las tensiones entre las distintas regiones. Forges critica el centralismo excesivo y aboga por una mayor autonomía para las regiones, aunque sin renunciar a la unidad de la nación. la obra es un ejercicio de reflexión sobre la identidad nacional, explorando los desafíos y las contradicciones que existen en relación con esta cuestión. El autor reconoce, por ejemplo, que la España de la transición era un país diverso y heterogéneo, y que era necesario encontrar un equilibrio entre la unidad y la diversidad.
«La Constitución de Forges» es mucho más que un libro sobre la Constitución Española. Es un reflejo de la sociedad española de la época, un espejo que nos permite ver los problemas y las contradicciones de la transición, y, sobre todo, un ejercicio de humor y de reflexión. El libro es un testamento al genio de José Forges, y una invitación a seguir pensando y criticando. Recomendado para lectores que busquen una obra original, inteligente y divertida, capaz de hacernos reflexionar sobre los fundamentos de nuestra sociedad y sobre nuestro papel como ciudadanos. Este reeditado de Espasa es una oportunidad para volver a descubrir o, si no lo conoces, para conocer por primera vez la obra de uno de los grandes periodistas y dibujantes españoles de nuestro siglo.


