Asher Fortune no tenía ninguna intención de embarcarse en otra relación amorosa, por grande que fuera el premio. A Marnie McCafferty le habían hecho muchas proposiciones a lo largo de los años, pero ninguna como aquella. El pequeño Jace Fortune se encontraba resuelto a que su niñera formara parte de su familia. Tristemente, no se había molestado en consultarlo con su padre, el encantador, atrayente y más que rico Asher Fortune.En circunstancias normales, la actitud de Jace le habría similar divertida a su padre; pero, esta vez, su inclinación a ejercer de Celestina había ido demasiado lejos. La morocha que cuidaba de su hijo le agradaba demasiado. Si no se andaba con ojo, terminaría enamorándose de ella.
Asher Fortune no tenía ninguna intención de embarcarse en otra relación amorosa, por grande que fuera el premio. A Marnie McCafferty le habían hecho muchas proposiciones a lo largo de los años, pero ninguna como aquella. El pequeño Jace Fortune se encontraba resuelto a que su niñera formara parte de su familia. Tristemente, no se había molestado en consultarlo con su padre, el encantador, atrayente y más que rico Asher Fortune.En circunstancias normales, la actitud de Jace le habría similar divertida a su padre; pero, esta vez, su inclinación a ejercer de Celestina había ido demasiado lejos. La morocha que cuidaba de su hijo le agradaba demasiado. Si no se andaba con ojo, terminaría enamorándose de ella.
Asher Fortune no tenía ninguna intención de embarcarse en otra relación amorosa, por grande que fuera el premio. A Marnie McCafferty le habían hecho muchas proposiciones a lo largo de los años, pero ninguna como aquella. El pequeño Jace Fortune se encontraba resuelto a que su niñera formara parte de su familia. Tristemente, no se había molestado en consultarlo con su padre, el encantador, atrayente y más que rico Asher Fortune.En circunstancias normales, la actitud de Jace le habría similar divertida a su padre; pero, esta vez, su inclinación a ejercer de Celestina había ido demasiado lejos. La morocha que cuidaba de su hijo le agradaba demasiado. Si no se andaba con ojo, terminaría enamorándose de ella.
