En el mes de diciembre de 2006 se cumple el vigésimo aniversario en la carrera de Reincidentes. El conjunto hispalense, que empezó siendo «la banda andaluza del rock radical vasco», es desde hace unos años entre los nombres perdurables del punkrock político estatal, y hoy mira más hacia enfrente que hacia atrás, con los sacrificios concentrados en anunciar Desquiciantes, su disco número catorce, y con el ánimo resplandeciente tras sus recientes visitas a’ América latina, donde la banda se está convirtiendo en una sólida realidad del circuito.
Apunto de enfrentarse a su enésima da un giro -esa que de verdad viene de antes y no ha parado jamás-, donde refrendarán su media de 70 recitales por año; 30 canciones por concierto, Reincidentes hacen sendero andando por una carretera que ellos mismos llenan de tantísimos niveles y causas que respaldar, de tantas bandas amigas y tantos amigos en tantas ciudades, de tantas horas sin sueño y kilómetros sin reposo. Detallan su veteranía con energía renovada, prestos a poner de largo sus últimas reflexiones sobre el mundo en forma de canciones, a sabiendas de que el trabajo de tener tanto que decir al público ya no está sólo en el Estado español, sino más bien asimismo en México, Argentina y Chile.
Reincidentes llevan, con su inapelable régimen asambleario, 2 décadas sacando conclusiones de esta injusta sociedad, dándole forma con sus canciones y fondo con sus acciones, viajando regularmente para agarrar la esencia de lo que ellos mismos cantan. Como se quiere demostrar a lo largo de estas páginas, Reincidentes es un conjunto que se empeña en saborear cada cosa que le vino sucediendo desde esos lejanos días de 1986 en un centro público de Sevilla, creciendo desde entonces como personas en entre los oficios más viejos del mundo: el trovador que con sus canciones procura despertar la conciencia social.