Boyne nos hace reflexionar, a través de los ojos de un niño, sobre la fragilidad de la juventud, la atracción del poder, y la culpa.
De padre alemán y madre francesa, Pierrot tuvo una infancia no muy distinta de la de cualquier niño de su temporada. No obstante, nos hallamos en París, corre el año 1935 y la guerra que se avecina trastocará el destino de millones de personas. Tras la desaparición prematura de sus progenitores, Pierrot deberá separarse de su íntimo amigo Anshel y dejar Francia para vivir con su tía Beatrix, que trabaja de quiere de llaves en una mansión impresionante erigida en lo alto de una montaña. Pero no es una casa cualquiera; se trata nada menos que del Berghof, la gran residencia que Adolf Hitler tiene en los Alpes de Baviera.
Así, a sus siete años, alojado de manera involuntaria en el ambiente íntimo del todopoderoso Führer, Pierrot se verá inmerso en un mundo tan de forma extraña seductor como peligroso. En él no hay lugar para la inocencia, y en el momento en que en el final de la guerra es capturado por los socios, Pieter -como en este momento se llama- va a llevar un peso insoportable en su conciencia. A su regreso a París, abrumado por la culpa, un aspecto clave de la historia brotará como una tabla de salvación, y el inesperado desenlace va a ser una muestra más de la insondable dimensión del perdón y la amistad.
La crítica ha dicho…
«Las comparaciones conEl niño con el pijama de rayas son inevitables, aunque oportunas, ya que estamos frente una nueva fábula sobre un niño en tiempos de guerra, que nos sugiere ir a reflexionar sobre lo mejor y lo peor de la naturaleza humana.»
The Irish Times
«Un logro muy notable […]. Boyne escribió un relato impresionante sobre la atracción del poder, la fragilidad de la juventud y el horrible mal de una vida marcada por el arrepentimiento.»
The Guardian
«El epílogo, de tan sólo diez páginas, acaba en un descubrimiento tan fácil como inesperado, que permanecerá en la mente del lector durante largo tiempo. ¿Y no es esto lo que se estima de un buen final?»
The Independent