Antes de morir, Tristan le prometió a Ivy que la resguardaría y que la querría para siempre. El cariño verdadero nunca muere.
Ivy es novedosa en el centro de Stonehill, una ciudad cercana a Novedosa York a la que termina de mudarse con su hermano y su madre. Es una chica responsable, tímida, buena estudiante y un poco solitaria que siempre y en todo momento ha creído en los ángeles, que considera sus mejores y mucho más fieles aliados. Próximamente hace un pequeño círculo de amigas que la asisten a integrarse a su novedosa vida y al centro.
Tristan es el capitán del aparato de natación. Es un chaval inteligente, valeroso y uno de los mucho más populares del centro, aquel por el que suspira la mayoría de las chicas. En el momento en que Ivy y Tristan se conocen no pueden evitar sentir que están hechos el uno para el otro, son almas gemelas, y se transforman en la pareja perfecta.
Todo cambia en el momento en que Tristan muere repentinamente en un accidente de coche. Ivy cree haberlo perdido todo, incluso su fe en los ángeles que, esta vez, parecen haberla descuidado… hasta que empieza a sentir cosas extrañas a su alrededor, tal y como si una misteriosa presencia la acompañara, estuviera junto a ella, la resguardara…