Gastamos fortunas en ropa, productos cosméticos, o incluso en cirugía estética, para conseguir que nuestros cuerpos resulten más agradables. Sin embargo, apenas ofrecemos importancia a un aspecto considerablemente más poderoso con la capacidad de realzar nuestro atractivo. No cuesta dinero, no necesita demasiado tiempo, y sin embargo, sin él, hasta la persona más atractiva físicamente puede parecer insulsa: una cabeza deslumbrante. Si su cabeza resulta desganada no tiene opciones de impresionar a nadie, incluso si su físico es deslumbrante.
No se necesita un coeficiente intelectual alto, enormes entendimientos ni una gran personalidad. Lo único que es necesario es ejercitar el pensamiento creativo, la imaginación y la empatía. Y todas estas facultades se pueden aprender. En Un sombrero para su cabeza Edward De Bono, creador mundialmente reconocido por sus planteamientos sobre la cabeza y la creatividad, le enseña de una forma clara y con un lenguaje práctico de qué manera impresionar a la gente con fórmulas sencillas pero capaces de cambiar su historia.