Piensa un planeta de castas donde la casta minoritaria fuera la dominante. Esta casta controlaría la policía, la fiscalía, la justicia, la intervención, los auditores, los medios de comunicación y cualquier otro estamento importante. Establecería un férreo control que impidiese que el resto de castas se manifestase en público, reprimiéndoles con dureza cuando infringiesen la ley del silencio y también internándoles en prisiones o centros afines, tras juicios llevados a cabo por personas que nunca han leído un libro de derecho. Un espacio en el que los poderosos privan de independencia, hostigan, o refrenan a quien desean, con total impunidad y con la connivencia de la justicia. La próxima vez que camines al lado de un recinto militar ten en cuenta que ese planeta está tras sus muros. Un paso adelante es la novela que está destapando las miserias del Ejército Español.