La novela se sitúa tres años después de la abrupta separación de Axel y Leah, quienes, después de un intenso y tumultuoso romance, se vieron forzados a alejarse para poder sanar y seguir adelante. Leah ha logrado hacer realidad su sueño de convertirse en una joven artista y está a punto de inaugurar una exposición en una prestigiosa galería de arte en Nueva York. La exposición representa un punto crucial en su carrera y, por ello, Axel, que ha estado intentando reconstruir su vida en un pequeño pueblo costero de Irlanda, siente un impulso irrefrenable de estar presente, de ser parte de este momento tan importante en la vida de la mujer que ama.
Sin embargo, su regreso no es fácil. El peso del pasado, las heridas de la separación y la complejidad de sus sentimientos siguen presentes. Axel debe enfrentarse a la realidad de que Leah ha evolucionado, que sus vidas han tomado caminos distintos, y que el amor que sintieron hace tres años ya no es el mismo. La novela explora las dificultades de recomponer un vínculo roto, las dudas y las inseguridades que surgen al intentar revivir un amor del pasado, y la necesidad de asumir la responsabilidad de las propias acciones. El escenario, una Nueva York vibrante y llena de contrastes, y un pequeño pueblo irlandés, rural y lleno de encanto, sirven de telón de fondo a esta historia de amor y reconciliación. La novela no busca una resolución fácil ni un final feliz predeterminado, sino que se centra en la búsqueda de la aceptación, el perdón y el entendimiento mutuo. Es una reflexión sobre la naturaleza del amor, su fragilidad y su capacidad para resistir el paso del tiempo.
Además de la historia central de Axel y Leah, la novela incorpora elementos narrativos que amplían el universo creado por Kellen. Se exploran las vidas de otros personajes secundarios, como el amigo de Axel, Liam, un pescador con un pasado misterioso, y la madre de Leah, una mujer fuerte y protectora, que representa la figura materna y la sabiduría. Estos personajes enriquecen la trama y ofrecen perspectivas diferentes sobre los acontecimientos, añadiendo capas de complejidad a la historia. Kellen utiliza de manera magistral el simbolismo, recurriendo a imágenes como el mar, las noches estrelladas y los vinilos de los Beatles para evocar emociones y transmitir ideas. Estos elementos se convierten en metáforas de los sentimientos, los recuerdos y los sueños de los protagonistas.
La novela se estructura en torno a dos líneas temporales: el presente, en el que Axel y Leah se reencuentran en Nueva York, y el pasado, a través de fragmentos de memoria que revelan los detalles de su relación y de los eventos que llevaron a su separación. A medida que se acercan a la exposición de Leah, la tensión entre ellos aumenta, alimentada por la atracción que aún sienten el uno por el otro y por las dudas y los miedos que les invaden. Axel se debate entre el deseo de volver a estar con Leah y el temor a revivir el dolor y la decepción de su pasado. Leah, por su parte, se enfrenta a la decisión de permitir que el pasado vuelva a influir en su presente o de seguir adelante con su vida y sus sueños.
El reencuentro en Nueva York es un momento de ebullición emocional. Axel y Leah luchan contra los recuerdos, las expectativas y las dudas, intentando entender cómo han cambiado a lo largo de los años y si aún existe la posibilidad de que su amor pueda volver a florecer. La novela explora con detalle las complejidades de la comunicación, las dificultades para expresar los sentimientos y la necesidad de superar los obstáculos emocionales que se interponen en el camino del amor. El ambiente de la exposición, con sus luces, sus colores y sus visitantes, sirve de escenario para este encuentro dramático, en el que se revelan secretos y se desentierran las heridas del pasado.
La trama se complica con la aparición de un nuevo personaje, un hombre llamado David, que se hace amigo de Leah y que despierta la desconfianza de Axel. David representa la tentación, el deseo de escapar del pasado y la posibilidad de que Leah pueda construir una nueva vida con alguien más. La presencia de David añade un elemento de intriga a la historia y obliga a Axel a cuestionar sus propias inseguridades y a enfrentarse a la realidad de que Leah puede estar enamorada de otro hombre. Sin embargo, la decisión final de Leah no depende únicamente de David, sino de su propia búsqueda de autoconocimiento y de su capacidad para tomar decisiones conscientes.
Opinión Crítica de Todo Lo Que Somos Juntos (Deja Que Ocurra 2):
“Todo lo que somos juntos” es, sin duda, una novela que cumple con las expectativas generadas por la trilogía “Deja que ocurra”. Alice Kellen ha logrado, con maestría, cerrar esta historia de amor con un final que, aunque no es necesariamente feliz en el sentido tradicional, es honesto, conmovedor y profundamente humano. La novela es un ejemplo de cómo se puede abordar el tema del amor y la pérdida con sensibilidad y delicadeza, evitando caer en clichés y simplificaciones. Kellen nos ofrece una visión realista de las relaciones humanas, mostrando las dificultades, las contradicciones y las complejidades que las caracterizan.
La prosa de Kellen es, como siempre, exquisita. Su habilidad para crear imágenes vívidas y evocadoras, para tejer palabras cono hilo para crear una historia que teje el presente con los recuerdos, es admirada. La autora utiliza el simbolismo de manera magistral, y los elementos recurrentes de la trilogía, como el mar, las noches estrelladas y los vinilos de los Beatles, adquieren un nuevo significado en esta última entrega. La novela es una celebración del amor, de la amistad, de la familia y de la esperanza, pero también una reflexión sobre la imperfección humana y la inevitabilidad del cambio.
Sin embargo, algunos críticos han señalado que la trama principal se siente, en comparación con las anteriores entregas, un poco más lenta y contemplativa. Aunque Kellen mantiene su estilo poético y su capacidad para crear atmósferas envolventes, la trama se centra más en el interior de los personajes que en la acción y el desarrollo de la trama. Esto no es necesariamente un defecto, ya que permite a los lectores conectar con los sentimientos y las motivaciones de los protagonistas, pero puede resultar decepcionante para aquellos que buscan una historia más llena de suspense y drama. A pesar de ello, la novela es unánimemente alabada por su honestidad emocional y su capacidad para evocar emociones profundas.
Recomendaciones: Si eres fan de la trilogía “Deja que ocurra”, no puedes dejar de leer “Todo lo que somos juntos”. Es una novela que te tocará el corazón y te hará reflexionar sobre el amor, la pérdida y la búsqueda de la felicidad. También es una buena lectura para aquellos que disfrutan de las historias de amor con toques de melancolía y simbolismo. Es importante tener en cuenta que esta novela es una continuación de una trilogía, por lo que es recomendable leer los libros anteriores para comprender plenamente la historia y los personajes. A pesar de su ritmo pausado, “Todo lo que somos juntos” es una novela que te dejará una huella imborrable.


