Desde su adolescencia en Burdeos, Jean-Jacques Sempé siempre había soñado con poder ser parte de la familia de dibujantes del New Yorker, la prestigiosa gaceta de america cuyo espíritu admiraba enormemente el por entonces joven ilustrador. Este sueño se hizo posible en 1978 y desde ese momento viaja regularmente a Novedosa York para trabajar con un aparato que le permite una absoluta libertad creativa.
A pesar de ser francés, Sempé ha dibujado mucho más de cien portadas y otros tantos cartoons y páginas interiores para el New Yorker, lo cual no posee antecedente en la narración de la prensa estadounidense.
Estos dibujos neoyorquinos, de los cuales muchos permanecían nuevos, se presentan recopilados por primera vez en el presente volumen, acompañados por una entrevista con Marc Lecarpentier, viejo directivo de redacción y presidente de Télérama. En ellos se deja ver la alegría de vivir en una localidad única, con sus gatos despreocupados y sus humanos minúsculos, su frenesí, sus nubes, sus edificios, sus jazzmen y sus jardines olvidados.