Todos y cada uno de los colectivos humanos configuran y estructuran sus ritos y estos, a su vez, contribuyen a la conformación de la identidad del conjunto. Las religiones, de forma especial, instauran sus ritos en función de unos textos sagrados, vinculados a una o diversas tradiciones, siendo consecuentes con sus estructuraciones disciplinares y dependiendo de los procesos interpretativos que los van estructurando y modificando con el paso del tiempo.Los ritos, además de esto, están inmersos en un cosmos de significaciones propias del conjunto al que forman parte. Dicho cosmos interpretativo cambia y se ve modificado con el progreso tiempo y con el progreso de las sociedades. Por este motivo, los ritos, a pesar de su configuración inicial, deben ser moldeables, y hasta auténticos, si quieren ser significativos para sus participantes.