En Resucitar, escrita con el inconfundible estilo fragmentario y en ocasiones aforístico que caracteriza a Bobin, todas las páginas orbitan cerca de un tema central que sustenta la obra: la desaparición del padre, después de haber padecido la enfermedad de Alzheimer. Una muerte que, lejos de representar el sinsentido o la pérdida irreparable, lleva al creador a la seguridad sosiega en otra vida que ya se comienza a probar en esta. La protagonista no es la desaparición, sino más bien su derrota. Todo el libro rezuma celebración, encantamiento, gratitud. En el transcurso de un año, estuve visitando a mi padre en la casa en que su memoria fue retrocediendo como el vaho en un cristal al darle el sol. No siempre me reconocía, y tampoco era eso algo esencial. Yo sí sabía que él era mi padre. Él podía permitirse olvidarlo. En ocasiones hay un vínculo tan profundo entre 2 personas que prosigue vivo aun en el momento en que una de las 2 ya no pueda verlo. Hoy, mi padre, recientemente desaparecido, estuvo en todo momento a mi lado. Lo mismo que yo, no ha hecho nada en todo el día. Sonreía, eso es todo.