Adriano es el más serio y enigmático de los tres herederos Rinaldi. Guardado y arisco, no hizo muchos amigos en los últimos años de facultad, a pesar de ser el quarterback del aparato de fútbol americano.
Como los otros herederos, y debido a las presiones, ha renunciado a la herencia de sus padres, pero siente que su padre no dijo su última palabra y no puede evitar temer las secuelas.
Y, para acabar de complicar su vida, llega a la facultad Grace, la hermana pequeña de Violet, la que fue su enorme amor y que le traicionó la noche que provocó la ruptura con su familia, que terminó con el horrible incidente en el que su yate terminó colisionando contra el puerto.
Semeja que las cosas no tienen la posibilidad de empeorar… pero sí.
Grace tiene ese no sé qué, que hace que no pueda evitar cuidar a ella y cuidarla, aunque estar a su lado le traiga recuerdos de un pasado que no desea rememorar.
Quizás llegó el instante de enfrentar lo ocurrido y mirar hacia un futuro dudoso con una cantidad enorme de posibilidades.
¿Será capaz de dejar marchar a su enorme amor o por contra la llegada de Grace le volverá a juntar a Violet?
Una historia intensa, con salseo y con música de fondo, que asegura acariciar tu corazón y encogerlo mientras que te enamoras irremediablemente del último de nuestros herederos.