¿Puede una madre de familia abundante ser una rebelde indomable? Victoria Gillick, madre de diez hijos, tiene buen humor y energico optimismo, sus peripecias para ofrecer de comer y educar a tanto chiquillo. Y tambien relata su vibrante campaña a favor del derecho de los progenitores a mantener intacta la responsabilidad de cuidar a sus hijos: sus idas y venidas para buscar apoyo, reunir firmas, despertar a una opinión pública narcotizada y persuadir a las autoridades. Y como remansos de paz en este entretenido y humano relato, la autora intercala sus confidencias, que nos revelan con sencillez que tanto su trabajo en el hogar como su vida pública, se apoyan en un honrado empeño por vivir con congruencia la fe cristiana. Victoria Gillick es una madre de familia inglesa. Ella y su esposo Gordon se casaron en 1967, y, sin apenas dinero y con su trabajo de artistas sin bastante exito, lograron ir ganándose la vida al principio. A los cinco años de matrimonio, con la llegada de los gemelos, ya tenían cinco hijos. Entre usuales traslados, cambios de empleo y bastante trabajo, la familia pudo mantenerse a flote y medrar en número, saludable y muy unida. Nunca ha habido bastante confort en el hogar de los Gillick, pero sí cariño sacrificado, buen humor y muchos días dichosas.