La orientación sexual es una responsabilidad de las instituciones educativas, pero éstas dedican más atención a otros aspectos del desarrollo humano. Una educación sexual deficitaria en hombres y mujeres jovenes provoca serios problemas psicosociales, así como embarazos no deseados –que pueden ofrecer lugar al aborto–, crueldad sexual, conductas desviadas, etcétera. Por consiguiente, el autor está a favor de fomentar una educación sexual pública más amplia y extensa para evitar que se generen estos y otros trastornos. La mujer necesita tener más conocimiento de su propia sexualidad, sobre todo en esta época en que patologías como el Vih –similares de forma directa con la práctica de la sexualidad– intimidan la vida de los seres humanos. El propósito de esta obra es exponer la función de la sexualidad humana, normal y patológica, para indicar pautas preventivas de algunos de los inconvenientes más relevantes que afronta la sociedad –y más concretamente la mujer–. Procura orientar y agradar la inquietud de los que leen con una descripción específica y corto de los temas. Realmente útil para un público general y para psicólogos, siquiatras, expertos en medicina legal, ginecólogos, etcétera.