Pensar y sentir. Amar y olvidar. Todo es cuestión de tiempo. Dando vueltas y revueltas a estas cosas me encontraba cuando comenzaron a ver la luz mis micropoemas. Cada uno puede ser de manera perfecta, un momento de vida, de pensamiento, de sentimiento, de imaginación… Una situación del pasado, del presente o quizá de un mañana por llegar. ¡Quién sabe! Pero una situación portadora siempre de algún mensaje que vive alén de las letras y que solo cada cual es con la capacidad de entender. Exentos de la rima y el ritmo que implica la poesía, estos micropoemas se nutren, por contra, de la savia que les proporciona el sentir traspasando la frontera de lo personal para llegar al lector.