Al lado de sus 2 mejores amigas, Emma deja atrás la ciudad de Novedosa York y viaja a California con el estable propósito de pasar las vacaciones con un cóctel en la mano, bajo el sol, en las cálidas playas de la costa. Un plan perfecto. O por lo menos lo fue hasta el momento en que se encontró con Alex, el chico que no solo le rompió el corazón sino, además de esto, la dejó plantada una semana antes de subir al altar para darse el «sí, quiero».
Lamentablemente, Alex sigue siendo irresistible. Y, aunque Emma siente debilidad por su mirada azul y su sonrisa ruin, no está dispuesta a volver a caer en sus redes. Todo quedó atrás. Él quedó atrás. Es así como deben ser las cosas. El problema es que «estimar» no en todos los casos es suficiente y en ocasiones hay recuerdos que pesan bastante.
«¿Existen las segundas oportunidades? Si eres de las que piensan que el cariño no en todos los casos es 2 más 2, sino algo así como sesenta y tres por 4, divido entre ocho y multiplicado por infinito, tienes que conocer la crónica de Alex y Emma».