A primer aspecto, los jovencitos que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier conjunto de jovenes. Practican deportes, tienen clases de arte y se dan cuenta el sexo, el amor y los juegos del poder. Hailsham es una mezcla de internado victoriano y de colegio para hijos de hippies de los años sesenta donde no dejan de repetirles que son muy especiales, que tienen una misión en el futuro, y se encargan de su salud. Los jóvenes asimismo saben que son estériles y que nunca tendrán hijos, de la misma manera que no tienen progenitores. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham, y asimismo fueron un juvenil triángulo amoroso. Y en este momento, Kathy se deja rememorar Hailsham y cómo ella y sus amigos descubrieron poco a poco la realidad. Y el lector de esta novela, utopía gótica, va a ir descubriendo con Kathy que Hailsham es una representación donde los jóvenes actores no tienen idea que sólo son el misterio terrible de la buena salud de una sociedad.