En el mes de marzo de 1974, mucho más de doscientas mujeres fueron trasladadas del anticuado y vetusto Psiquiátrico de Jesús al Hospital Siquiátrico de Bétera. Llegaron en autobuses, en múltiples tandas, de un día para otro, sin ser informadas de adónde iban, ni por qué, cuándo o de qué forma. Llegaron sin nada, pues no tenían nada.. A todas y cada una esas mujeres se las había desposeído de todo. No tenían ni ropa, ni zapatos, ni utensilios de aseo propios, ni fotografías, ni nada que les recordase a de qué forma eran antes de entrar en el psiquiátrico. Encerradas, castigadas, humilladas y medicadas durante años. Enajenadas y deshumanizadas. No solo habían perdido sus vidas; asimismo el recuerdo de haberlas tenido. Aisladas, sin memoria y sin identidad, no habían conseguido preservar ni sus propios nombres. Recobrarlos fue el paso inicial para regresar. TEMPORAL 2021 Rústica Nuevo Nuevo