Esta novela erótica se adentra en la piel, en la vida y en el sexo por puro placer; sin cortapisas ni vergüenza. Verdadera y sincera, la autora juega con el lector y con la verdad. ¿Es autobiografía o fantasía? Da lo mismo: es literatura erótica de la buena, de la que se puede leer y disfrutar. Con una mano o con ámbas.
Andrea, junto a su amigo Pablo, y su crónica con Borja, nos hacen partícipes de todo cuanto da de sí la piel. Y cómo al final es el cuerpo y el deseo el que nos controla a todos.