Nocilla dream, que puede aguantar sin pesadumbre la etiqueta indie, es una de las apuestas narrativas mucho más peligrosas de los útimos años. Abundan en ella las referencias al cine sin dependencia estadounidense, a la historia del collage, al arte conceptual, a la arquitectura pragmática, a la evolución de los PCs y a la decadencia de la novela. Agustín Fernández Mallo se fija en los outsiders del siglo XXI y más que nada en la enigmática conexión entre ciertas vidas alternativas y globalizadas que recorren por niveles de Serie B: rubias de burdel que sueñan con que algún cliente las lleve hacia el Este, ácratas que habitan en extrañas micronaciones, ancianos chinos adeptos al surf, un argentino que vive en un apartahotel de Las Vegas y construye un singular monumento a Jorge Luis Borges… Todos ellos atrapados en la metáfora conductora de los desiertos y en la hermosura del vacío.