#malditos16 inicia ese viaje hacia la identidad por medio de las historias de Ali, Dylan, Naima y Rober, cuatro jóvenes que se conocieron en el peor momento de su vida: inmediatamente después de estimar quitársela. Todos ellos intentaron suicidarse cuando rondaban los dieciséis y en este momento, a sus veintipocos, el hospital donde estuvieron internados les ofrece ayudar en un taller con jovenes en su misma situación. Asisten con ganas de ser útiles y, a la vez, con miedo de que las grietas se abran y se liberen de nuevo los espectros. Monstruos rutinarios de los que solamente se charla. Vidas invisibles Ólas suyas y las nuestrasÓ que no protagonizan titulares ni llenan espacio en los medios. Realidades que no existen por el hecho de que no se nombran y que, no obstante, todos compartimos. Y es que, aunque nos empeñemos en negarlo, aquellos #malditos16 siguen viviendo bajo el adulto que fingimos ser.