«En el momento en que los dromedarios lloran, se les encoge un poco la joroba…»
El pequeño dromedario, harto de los comportamientos exagerados de sus hermanos, no es capaz de hacerles frente, y llora sin consuelo. Y como resultado, su joroba cada vez se hace más pequeña. Pero en el momento en que las cosas empiecen a ponerse bien difíciles y broten los inconvenientes… Macario demostrará quién es el más «fuerte».
El llanto es una reacción propia del desarrollo infantil, y representa una respuesta frente a determinadas situaciones. En los primeros años de la niñez, la dificultad de las emociones puede hacerles sentir a los más pequeños que no encuentran las expresiones para expresarse, y aparece entonces el llanto, la mayoria de las veces ante situaciones de temor, angustia, frustración, confusión, necesidad…
Tienen que estudiar a admitir los sentimientos, las causas que los provocan, y a actuar. La capacidad de reacción crea confianza y confort, pero en ocasiones asimismo resulta vital, la colaboración del resto para manejar determinados inconvenientes; en un caso así, la amistad de Macario con el erizo será determinante para solucionar los contratiempos.
El ilustrador portugués Bernardo Carvalho nos muestra una narración visual que nos transporta al desierto, con una puesta en escena abierta para los primeros leyentes. Serigrafías en colores planos, trazo vivo y dinámico para crear unos personajes divertidos y muy expresivos, con una técnica limpia y directa.
Texto Rachel Chaundler
Ilustracións de Bernardo Carvalho