La Guerra Fría es homónimo de carrera armamentística. Del mayor esfuerzo realizado por la raza humana para destruirse por completo, pero de esta forma y todo, es el mayor avance tecnológico dado por el ser humano en tan corto espacio de tiempo. Las tecnologías nucleares, exclusivas, aeronáuticas, todas fueron puestas al servicio de ámbas superpotencias para su máximo avance en el campo militar y tecnológico, con el perenne manto de la guerra nuclear de fondo. En este libro observaremos como la Unión Soviética invento y avance una exclusiva arma, convirtiéndose en todo el mundo en la mejor diseñadora y productora de Submarinos de Lanzamiento de Misiles de Crucero, en un inicio con el afán de destruir objetivos estratégicos en el territorio de sus contrincantes, y posteriormente, y dejando esto como misión secundaria, en destruir a los conjuntos de tareas de portaviones de la OTAN. Como se dio tras la Segunda Guerra Mundial, el comienzo de estos proyectos es caótico, multiplicándose los sacrificios en simultáneas líneas al tiempo, no buscando jamás la economización de elementos, sino más bien la aptitud operativa en el menor plazo posible. También los EEUU, y demás naciones Occidentales, desarrollarían exactamente el mismo tipo de armamento, pero ninguno en la cantidad y sacrificios como se realizó en la URSS. Una vez más, el Oso demostró que sabía nadar.