Recobramos para nuestro fondo entre los libros de montaña mucho más leído de siempre, Los conquistadores de lo inútil. Su creador, Lionel Terray (1921-1965), fue calificado por Messner como «entre las figuras mucho más destacables de la historia del alpinismo». Y indudablemente es tal como aperturista de primeras absolutas al Fitz Roy, Chacraraju, Jannu, Makalu o Mont Huntington. En su actividad en los Alpes resaltan la primera reiteración de la Norte del Eiger y la Cassin al Piz Badile en siete horas y media, las dos con Louis Lachenal.
En 1950 participa en la expedición francesa al Annapurna, en la que renuncia a la cima para garantizar el descenso de Herzog y Lachenal. Muere a los 44 años en un incidente de escalada. Su carácter riesgoso y la pasión enorme con la que vive todas sus ascensiones hacen de él un escritor fuera de serie.
De ahí que «Conquistadores» como llamamos a su libro familiarmente, es y va a ser un tradicional de la literatura de montaña, indispensable para todos los que además de subir montañas les gusta soñar con ellas.
En 1950 participa en la expedición francesa al Annapurna, en la que renuncia a la cima para garantizar el descenso de Herzog y Lachenal. Muere a los 44 años en un incidente de escalada. Su carácter riesgoso y la pasión enorme con la que vive todas sus ascensiones hacen de él un escritor fuera de serie.
De ahí que «Conquistadores» como llamamos a su libro familiarmente, es y va a ser un tradicional de la literatura de montaña, indispensable para todos los que además de subir montañas les gusta soñar con ellas.
