El hecho literario de la temporada. Al fin en castellano el último gran clásico de la novela inglesa del siglo XX.
EL ÚLTIMO GRAN CLÁSICO DE LA NOVELA INGLESA DEL SIGLO XX
«Los años rápidos es una joya literaria oculta para el lector español, la cima de la sofisticación británica».
Fernando R. Lafuente,ABC
«Los memorables Cazalet nos dan una lección de belleza y verdad como solo la literatura es con la capacidad de plasmar».
José María Guelbenzu,Babelia
«Adjuntado con Iris Murdoch, la autora más esencial de su generación».
Martin Amis
«Tan distinguida, muy elegante y refinada como sus innumerables seguidores podrían aguardar».
Julian Barnes
«Una deslumbrante reconstrucción histórica».
Penelope Fitzgerald
«Una de esas escritoras que demuestran para qué exactamente sirve la novela, abriendo nuestros ojos y nuestros corazones».
Hilary Mantel
«Transcurrido el tiempo sus Crónicas, como las de Trollope, se van a leer como clásicos sobre la vida en Inglaterra».
Sybille Berdford
El de 1937 y el de 1938. Dos veranos memorables, a salvo bajo la dorada luz de Sussex, donde los días se consumen en una sucesión de juegos infantiles y pícnics en la playa. Tres generaciones de la acomodada familia Cazalet reunidas en su finca natal. Los menesteres de dos abuelos, cuatro hijos, nueve nietos, incontables parientes políticos, criados y animales domésticos que engloban desde lo cotidiano hasta lo más trascendental: el chófer conduce bastante despacio, los pequeños salvan a su gato de lo alto de un árbol, los mayores hablan de la amenaza de una exclusiva guerra, y los sueños y pasiones que avizoran bajo su charla ligera solamente opacan la indolente rutina de los últimos tiempos felices que en un buen tiempo conocerá Inglaterra.
Cuando en 1990 Elizabeth Jane Howard publicó la primera novela de las Crónicas de los Cazalet, puso la piedra de toque de lo que se transformaría en un inmediato clásico contemporáneo y en la novela-río más esencial redactada en Enorme Bretaña desdeUna danza para la música del tiempo de Anthony Powell. En Los años rápidos, la autora concreta con exquisitez la geografía íntima de una familia y de un modo de vida que, irremediablemente, pertenecían ya al planeta de ayer.
EL ÚLTIMO GRAN CLÁSICO DE LA NOVELA INGLESA DEL SIGLO XX
«Los años rápidos es una joya literaria oculta para el lector español, la cima de la sofisticación británica».
Fernando R. Lafuente,ABC
«Los memorables Cazalet nos dan una lección de belleza y verdad como solo la literatura es con la capacidad de plasmar».
José María Guelbenzu,Babelia
«Adjuntado con Iris Murdoch, la autora más esencial de su generación».
Martin Amis
«Tan distinguida, muy elegante y refinada como sus innumerables seguidores podrían aguardar».
Julian Barnes
«Una deslumbrante reconstrucción histórica».
Penelope Fitzgerald
«Una de esas escritoras que demuestran para qué exactamente sirve la novela, abriendo nuestros ojos y nuestros corazones».
Hilary Mantel
«Transcurrido el tiempo sus Crónicas, como las de Trollope, se van a leer como clásicos sobre la vida en Inglaterra».
Sybille Berdford
El de 1937 y el de 1938. Dos veranos memorables, a salvo bajo la dorada luz de Sussex, donde los días se consumen en una sucesión de juegos infantiles y pícnics en la playa. Tres generaciones de la acomodada familia Cazalet reunidas en su finca natal. Los menesteres de dos abuelos, cuatro hijos, nueve nietos, incontables parientes políticos, criados y animales domésticos que engloban desde lo cotidiano hasta lo más trascendental: el chófer conduce bastante despacio, los pequeños salvan a su gato de lo alto de un árbol, los mayores hablan de la amenaza de una exclusiva guerra, y los sueños y pasiones que avizoran bajo su charla ligera solamente opacan la indolente rutina de los últimos tiempos felices que en un buen tiempo conocerá Inglaterra.
Cuando en 1990 Elizabeth Jane Howard publicó la primera novela de las Crónicas de los Cazalet, puso la piedra de toque de lo que se transformaría en un inmediato clásico contemporáneo y en la novela-río más esencial redactada en Enorme Bretaña desdeUna danza para la música del tiempo de Anthony Powell. En Los años rápidos, la autora concreta con exquisitez la geografía íntima de una familia y de un modo de vida que, irremediablemente, pertenecían ya al planeta de ayer.
