De todos modos, el origen de este ingenioso puzzles es un problema inventado en 1783 por Leonhard Euler, más allá de que es cierto que en 1986 los nipones le dieron su forma de hoy, un cuadrado de nueve por nueve celdas subdividido en cuadrículas que entienden un número del 1 al 9 y que incluyen números que sirven de pista. Y de Japón se ha expandido a todo el mundo, conquistando las páginas de pasatiempos de diarios y magazines, Internet e incluso los teléfonos móviles.
Este excelente ejercicio de gimnasia mental para el que sólo se requiere un lápiz y una goma, nos abre las puertas del razonamiento lógico con apariencia de juego, y además de esto es “apto” para todos y cada uno de los públicos, pues no pide conocimientos matemáticos particulares.