El don de la vocación al presbiterado, sembrado por Dios en el corazón de ciertos hombres, exige a la Iglesia proponer un serio sendero de capacitación. Estas expresiones con las que inicia el último documento sobre la capacitación de los futuros curas, enseña la meta primero de este volumen. Hablamos de ofrecer a quienes se preparan para el sacerdocio y a quienes les acompañan en su sendero (desde sus padres a los formadores, pasando por sus párrocos o grupos de origen), una presentación sintética de la grandeza del don que un día van a recibir. Reforzar en el ser y en la misión del sacerdote, ayudará a todos y cada uno de los cristianos a entender el papel primordial que desempeñan en la Iglesia los que han sido configurados con Jesucristo Cabeza y Pastor por la recepción del sacramento del Orden.