Año 1943. Los nazis están perdiendo la segunda guerra mundial. Un arqueólogo alemán halla en Venecia la pista del Arca de la Coalición que los templarios escondieron en un cementerio de Túnez en 1308. En la antigüedad, el Arca de la Coalición se reveló como una excelente arma de guerra que dio a los judíos la posesión de la Tierra Prometida. La novedad del descubrimiento conmociona a Hitler y a los jerarcas nazis, que ven una oportunidad de inclinar la balanza de la guerra a su favor. De esta forma nace la operación Trompetas de Jericó, en memoria de la ciudad destruida por el conjuro del Arca. Himmler entiende que sólo un cabalista tiene la posibilidad de tener el saber necesario para llevar a cabo marchar el Arca y encarga a Otto Von Kessler, un héroe de guerra nazi al que las internacionales han retirado del frente, que lo encuentre. Von Kessler encuentra a un famoso cabalista judío en el campo de concentración de Auschwitz y le da la vida de su familia a cambio de que ponga el poder del Arca al servicio de Alemania. El judío admite. Integrado en una comisión alemana recorre la España deprimida de los años de apetito para recuperar el nombre secreto de Dios necesario para sus operaciones cabalísticas. Hasta entonces Churchill y la Casa Blanca, conocedores del proyecto alemán, encargan desbaratarlo a sus respectivos servicios secretos. También intervienen los que se piensan los legítimos herederos del Arca: el Vaticano y los propios templarios que salen a la luz después de siglos de silencio para reivindicar su patrimonio mucho más sagrado. Pero la fuerza del Arca, nuevamente despierta después de milenios, parece determinar su propio destino ajeno de los designios de los hombres.