Accésit al Premio SGAE de Teatro Infantil y Juvenil, 2010
Un trabajo escolar supuestamente rutinario va a poner en contacto a Miguel y a Carlos, protagonistas de la obra, con un mundo desconocido para ellos. El tema elegido para su labor va a ser obtener información sobre una fotografía aparecida en prensa. La imagen en cuestión es la de un niño al que le faltan las piernas gracias a la explosión de una mina antipersona. Al entrar en contacto con el reportero gráfico que realizó la impresionante fotografía de Amaidú, los chicos verán el asunto de otra forma y comprenderán que las verdades nunca son absolutas.
Un trabajo escolar supuestamente rutinario va a poner en contacto a Miguel y a Carlos, protagonistas de la obra, con un mundo desconocido para ellos. El tema elegido para su labor va a ser obtener información sobre una fotografía aparecida en prensa. La imagen en cuestión es la de un niño al que le faltan las piernas gracias a la explosión de una mina antipersona. Al entrar en contacto con el reportero gráfico que realizó la impresionante fotografía de Amaidú, los chicos verán el asunto de otra forma y comprenderán que las verdades nunca son absolutas.
«Habría que indicar, primeramente, que son modélicas las ediciones de textos teatrales para niños y jóvenes que realiza Anaya al lado de la Fundación Autor: el texto es clarísimo, las acotaciones escénicas son de otro color, y se incluye, además de esto, un resumen del razonamiento de los individuos, todo ello aderezado con cuidadas ilustraciones, como, en este caso, las de Gianluca Foli». (Gaceta Leer)
Un trabajo escolar supuestamente rutinario va a poner en contacto a Miguel y a Carlos, protagonistas de la obra, con un mundo desconocido para ellos. El tema elegido para su labor va a ser obtener información sobre una fotografía aparecida en prensa. La imagen en cuestión es la de un niño al que le faltan las piernas gracias a la explosión de una mina antipersona. Al entrar en contacto con el reportero gráfico que realizó la impresionante fotografía de Amaidú, los chicos verán el asunto de otra forma y comprenderán que las verdades nunca son absolutas.
Un trabajo escolar supuestamente rutinario va a poner en contacto a Miguel y a Carlos, protagonistas de la obra, con un mundo desconocido para ellos. El tema elegido para su labor va a ser obtener información sobre una fotografía aparecida en prensa. La imagen en cuestión es la de un niño al que le faltan las piernas gracias a la explosión de una mina antipersona. Al entrar en contacto con el reportero gráfico que realizó la impresionante fotografía de Amaidú, los chicos verán el asunto de otra forma y comprenderán que las verdades nunca son absolutas.
«Habría que indicar, primeramente, que son modélicas las ediciones de textos teatrales para niños y jóvenes que realiza Anaya al lado de la Fundación Autor: el texto es clarísimo, las acotaciones escénicas son de otro color, y se incluye, además de esto, un resumen del razonamiento de los individuos, todo ello aderezado con cuidadas ilustraciones, como, en este caso, las de Gianluca Foli». (Gaceta Leer)
