A causa de los permanentes bombardeos que sufre Londres durante la Segunda Guerra Mundial, los reyes de Inglaterra decidieron alejar a las dos princesas de la capital. En una misión de prominente misterio, las chicas de diez y catorce años viajan hasta la desvencijada mansión de un familiar en un remoto pueblecito irlandés, donde deben vivir de incógnito hasta novedosa orden. Solo conocen su verdadera identidad el dueño de la casa, la agente de los servicios de inteligencia británicos que las acompaña y el subinspector irlandés Strafford, que no acaba de sentirse cómodo en su papel.
Se diría que Irlanda es un cobijo seguro, a buen recaudo de los nazis, pero absolutamente nadie parece haber reflexionado sobre la hostilidad que despiertan los ingleses entre muchos de los lugareños.
«Para Irlanda, esa fue una época extraña y oscura, llena de secretos, con mucho humo de cigarro, niebla y sexo furtivo; una época idónea para una novela negra».BENJAMIN BLACK