Existe una sola razón a fin de que Elisabeth Sturm no regrese a Colonia, y, además, tiene un nombre: Colin. Un chico arrogante, inaccesible y lamentablemente impresionantemente atractivo que le ofrece un acertijo tras otro, mientras ella trata de resistirse a su obscura aura y a la fascinación que despierta en ella. En balde. Prontísimo, Ellie descubre que a Colin le unen más vínculos con su familia de los que jamás habría imaginado. Leo, su padre, esconde un misterio que no solo convierte a Colin en su más fanático adversario sino que llega a poner la vida de su propia hija seriamente peligro. Ellie tarda demasiado en percatarse de que sus sueños y pesadillas nocturnas son la clave de los misterios. Para entonces, lo que siente por Colin amenaza con eliminar todo lo que ella quiere.