Este cuento nos enseña los cambios, tanto buenos como pésimos, que sufre una piedra verde por culpa de lo que la rodea. Sentimientos de soledad y tristeza, entre muchos otros, que la envuelven cuando continúa en un ámbito donde todo lo que conoce y la rodea la hace sentir diferente. De esta manera, sin darse solamente cuenta, de a poco se marcha apagando, se le va consumiendo su energía efectiva. Pero, cuando está a punto de dejarse llevar por la rutina, un día pasa algo que logra distanciarla de ese ámbito gris… Frecuentemente, a sabiendas de que nos encontramos en el sitio equivocado, no hacemos nada para hallarnos, nos perdemos. En esos casos es donde hay que buscar ayuda para regresar al sendero.