En este libro, podemos encontrar a William S. Burroughs interesado en temas como el psicoanálisis, la escritura, la sexualidad y ciertas teorías de conspiración. El hilo conductor de estos textos es aquel que muestra a Burroughs como crítico de su época, ensayista de las problemáticas de su siglo. De esta forma, las reflexiones que se reúnen en estos escritos mencionan a una época a lo largo de la vida de Burroughs donde su interés muestra la convicción de rehusarse a ser un artista de diversión, sino más bien mantenerse fiel al arte de redactar. Más allá de que sus reflexiones sobre el sexo estén ancladas en el concepto de la energía orgónica, las porciones más enérgicas de todo el volumen son las que refieren a las «ciencias negras» del control mental, la telepatía, el inconsciente y la palabra. Una obra de brillante lucidez, estos textos demuestran la clase de escritor que es Burroughs, ocurrente y también deducible desde la Interzona.