La justicia penal argentina suele ser cuestionada y con razón. Las indagaciones de delitos se vuelven interminables, los encierros de presuntos responsables (a veces sin desarrollo) ocurren en condiciones indignas y degradantes, las causas se amontonan intactas en juzgados al borde del colapso. La abogada lleana Arduino una parte de estas falencias para ahondar en las causas del quiebre popularizado del sistema. Para la autora -atenta a la inseguridad y las polémicas formas que se ofrecen para combatirla- es primordial abrir un enfrentamiento amplío cerca de la independencia, la dignidad de las personas, la importancia de achicar los niveles de violencia que nos cubren y fomentar el respeto ante la variedad de ideas y estilos de vida. Al tiempo este libro se convierte en un poco recurrente paseo por los ámbitos misterios de la justicia. Sobre el fin Arduino ofrece una sucesión de medidas razonables y accesibles para revertir el difícil panorama de la justicia penal.