En el momento en que Friedrich von Hardenberg, quien más tarde tomaría el nombre de Novalis, le charla de la flor azul a su querida Sophie, una niña de 12 años de la que se enamora en un primer acercamiento, lo realiza en el tono misterioso, secreto, de quien no ha descifrado todavía el concepto del que va a ser el símbolo del romanticismo alemán. Fritz es un joven brillante, un genio. Ha estudiado dialéctica y matemáticas, es amigo del crítico Schlegel, del pensador Fichte y del enorme Goethe, y ahora ha de aceptar un trabajo que no desea como inspector de minas de sal. Escribe poesía, comenzó una novela y, sobre todo, desea ser feliz al lado de su «sabiduría», la joven Sophie, que ha nacido para estar alegre y reír sin cesar. Ninguno de los 2 sabe aún que su búsqueda de la belleza y del infinito deberá enfrentarse a duras pruebas. Una obra deliciosa en la que la pasión del romanticismo se fusiona con la templanza de una escritura magistral