El presente volumen recoge once grandes mensajes de los Papas sobre la familia, institución basilar de la vida popular y, al tiempo, célula fundamental de la Iglesia Iglesia doméstica, establecida sobre la unión personal e irrevocable del varón y de la mujer, sellada por el «pacto nupcial», que constituye una red social perpetua de vida y amor, abierta a la pro-creación y educación de los hijos y elevada a la dignidad de sacramento de la Novedosa Ley, signo de la alianza esponsalicia entre Cristo y su Iglesia. El Magisterio de los Papas, desde el Pontificado de León XIII (1878-1903), vino actualizando la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia, tal como fue revelada en la Escritura del Viejo y del Nuevo Testamento, transmitida por la Tradición y manifestada por la Ley Natural, y la ha proyectado a la luz de los «signos de los tiempos» atendiendo a la evolución de las circunstancias económicas, sociales y culturales de las últimas década del siglo XIX, acelerada a lo largo de este siglo XX, en especial tras la I Guerra Mundial. Los nuevos inconvenientes planteados a la familia son abordados con realismo, claridad y firmeza, pero también con sentido de comprensión pastoral y misericordia, alumbrados por el «esplendor de la Verdad», que salva y libera. Los inconvenientes deriva-2 del incremento demográfico, las técnicas contraceptivas, la «paternidad responsable», los enfrentamientos maritales y paterno-filiales, las separaciones y los divorcios, la independencia sexual y el erotismo, las relaciones prenupciales, la manipulación genética y las nuevas técnicas reproductivas, los «nuevos modelos» de familia, la emancipación de la mujer… son expuestos y orientados a través de estas páginas espesas de sabiduría sobrenatural y de experiencia humana. Este libro puede ser un vademecum de las familias cristianas en las distintas etapas de su avance existencial, desde el período de noviazgo con la ilusión de los primeros amores, hasta la madurez y la vejez, en el «nido vacío del hogar», tras haber cumplido la misión designa-da a la familia, en la espera de la marcha definitiva a la «casa del Padre». La luz irradiante de estos mensajes expone que la familia es el centro y el corazón de la «civilización del amor» y abre horizontes de promesa ante el cruce de los umbrales del tercer milenio de nuestra era, que memora el hecho cima de la Historia: la Encarnación del Hijo de Dios, que se hizo hombre y vino a plantar su morada entre nosotros, naciendo en el seno de una familia.