La corte de los ilusos no es un relato histórico, sino más bien una tragicomedia que se enriquece con la restauración de refranes, dichos populares y evocaciones de la época.
En su primera novela, Rosa Beltrán reinventa la vida y la muerte del único emperador mexicano, Don Agustín de Iturbide: su fastuosa corte, sus curiosos familiares, amantes, fieles contrincantes.
20 aniversario. Edición conmemorativa.
«Absolutamente nadie levantó el brazo para calmar a la multitud que lo aclamaba y nadie presentó, desde el balcón, a la familia imperial. Iturbide, que a partir de su renuncia había tenido la sospecha de no saber quién era, supo, por fin, que era nadie.»
En La corte de los ilusos todo esto está visto por medio de distintas individuos en una especide de rehilete: la modista parisina, Madame Henriette, la princesa Nicolasa, hermana del emperador, ninfómana y cleptómana, la Güera Rodríguez y el obispo Antonio Joaquín Pérez que escucha las confesiones de Ana María, la mujer del Dragón.
Otros autores han opinado:
«Lejos de ser una fácil aproximación histórica, La corte de los ilusos es una obra literaria cuyo valor se enriquece por medio de su deleitosa restauración de refranes, dichos populares y evocaciones de la época. Al hacer una tragicomedia de la historia mexicana Rosa Beltrán va mucho más allá de la novela histórica. Rescata con buena prosa y el tono exacto toda una época y la transforma en literatura merced a una imaginación y un justo equilibrio entre los datos recogidos en archivos y bibliotecas y su joven y fecunda aptitud autora.» – Elena Poniatowska
«Un retrato esperpéntico de lo que era aquella corte de opereta, un doble México con varios reflejos de la verdad actual, escrito con un tono de ironía, de ternura y con bastante humor.» – Arturo Pérez Reverte
«Una novela fantásticamente escrita.» – Alí Chumacero
