Y o sea lo que hace la lectura tan apasionante y gratificante: mediante Borges y el psicoanálisis, Luis Kancyper nos está hablando de nosotros mismos, de nuestra juventud exasperada, de modelos familiares y sociales caducos o frustrantes, de la necesidad de integrar las tensiones horizontales de fraternidad, rivalidad y amistad entre personas y pueblos.
Si la poesía es una terapia con respecto a la herida del mundo, la escucha lúcida de esa poesía despliega una nueva terapia que incrementa los poderes de la vida entre nosotros.
Desde la poesía de la palabra de Borges, que cuestiona y renueva el sentido de nuestro lenguaje cotidiano, vemos alzarse la poética de un pensamiento sólido y audaz, el de Luis Kancyper, que cuestiona y renueva el saber psicoanalítico.
Es considerablemente más que lo que suele sugerir la cosecha del mundo hoy en día: una buena nueva, el desconcierto que nos suscita hallarnos ante una cantera de exploraciones tan rica como inesperada, y la extraña sensación de que, por una vez, se nos muestra un alimento verdaderamente confiable y nutriente.” (Ivonne Bordelois)