Casi todo el planeta, si bien solo sea de oídas, conoce las mucho más representativas proyectos de François-Marie Arouet Voltaire, aquel defensor de la razón que, por derecho propio, se transformó en sinónimo de rebeldía en frente de la intolerancia y la injusticia. Su legado resulta verdaderamente apabullante. Desde sus proyectos de carácter filosófico, sus escritos científicos, sus cuentos filosóficos, sus múltiples tragedias o su producción poética, hasta sus libros de historia o su voluminosa correspondencia, cuya extensión supera al grupo de su obra, hacen de Voltaire entre las plumas mucho más prolíficas y también indispensables del XVIII. Pero además de esto, ajeno de esa magna obra, surgieron un gran número de opúsculos de menor extensión que confirman que Voltaire nunca dejó de apasionarse por cualquier tema que le concerniese, o cualquier hecho de la índole que fuera que suscitase su curiosidad y despertara su espíritu polemista. Sus escritos nos detallan su proverbial beligerancia en defensa de la libertad y la dignidad del ser humano sometido a la arbitrariedad de la intolerancia de los poderes fácticos de su temporada: clero y aristocracia, que le acarrearían algún que otro contratiempo, como su estadía en la Bastilla o sus exilios voluntarios a Inglaterra y Prusia. Algunas de estas pequeñas perlas están recogidas en este segundo volume…