Esta obra alcanzó, en su primera edición, once impresiones en escasos años.
Vittotio Messori, escritor y periodista italiano cuyos libros de temas religiosos son populares en todo el mundo, dialoga con el entonces cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El presente Papa, Benedicto XVI, respondió con extrema franqueza a las numerosas cuestiones del periodista, aun a las mucho más delicadas. En este libro, que salió a la luz al unísono en muchas lenguas, dio a saber en su instante el artículo terminado de un acercamiento que varios han calificado de «giro histórico» para la Iglesia. De hecho, las raíces de la crisis que desde finales del Concilio sufre el catolicismo se exponen aquí con «escandalosa» claridad por quien ahora es la voz mucho más autorizada de la Iglesia católica. Es éste un informe claro y vigoroso sobre los riesgos que amenazan a la fe. Un análisis que tiene, tal vez, el acento de una demanda, pero que no es precisamente pretexto para la resignación o el pesimismo. Por el hecho de que lo que el cardenal Ratzinger pretendía era ayudar a los creyentes a localizar nuevamente la esperanza y la alegría de la Sagrada Escritura leída en el interior de la tradición vieja y siempre y en todo momento nueva de la Iglesia.
Vittotio Messori, escritor y periodista italiano cuyos libros de temas religiosos son populares en todo el mundo, dialoga con el entonces cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El presente Papa, Benedicto XVI, respondió con extrema franqueza a las numerosas cuestiones del periodista, aun a las mucho más delicadas. En este libro, que salió a la luz al unísono en muchas lenguas, dio a saber en su instante el artículo terminado de un acercamiento que varios han calificado de «giro histórico» para la Iglesia. De hecho, las raíces de la crisis que desde finales del Concilio sufre el catolicismo se exponen aquí con «escandalosa» claridad por quien ahora es la voz mucho más autorizada de la Iglesia católica. Es éste un informe claro y vigoroso sobre los riesgos que amenazan a la fe. Un análisis que tiene, tal vez, el acento de una demanda, pero que no es precisamente pretexto para la resignación o el pesimismo. Por el hecho de que lo que el cardenal Ratzinger pretendía era ayudar a los creyentes a localizar nuevamente la esperanza y la alegría de la Sagrada Escritura leída en el interior de la tradición vieja y siempre y en todo momento nueva de la Iglesia.
