La autora explica por qué los padres echan a perder a sus hijos consintiéndolos, y presenta fórmulas prácticas para eludir o corregir este accionar, todo en el estilo natural y rotundo que le ganó miles de lectores.
Hoy en dia los padres padecemos una monumental crisis de autoridad.
Una familia es un sistema, un grupo de individuos de una misma clase y clase y como tal, requiere de una jerarquía que le dé cómputo y orden y le deje existir de forma equilibrada y armoniosa. Las estructuras jerárquicas son primordiales para la supervivencia en todos los escenarios, y en el caso de la familia, comprometen un orden descendente según criterios de autoridad y poder. Esto quiere decir que lo esperado -por el hecho de que es lo sano-, es que los padres ocupen el primer sitio en ese orden jerárquico. No por el hecho de que sean mejores, superiores, o mucho más valiosos, sino más bien por el hecho de que son los mayores, los procreadores y es lo que va con la armonía y el orden natural de la vida.
En el momento en que en una familia la autoridad y el poder recaen donde no tienen que estar, o sea en los hijos (uno o todos), el sistema se desestabiliza, la activa de relación entre los miembros se confunde y trastorna, desarmonizando intensamente a todos y en todos los escenarios. Por otra parte, tener tanto poder en la familia, hace sentir al hijo o los hijos que lo llevan, alterados emocionalmente, deseoso y angustiados. Es bastante pesado cargar sobre sus espaldas similar bulto: la autoridad y el poder que está «desarrollado» para las espaldas de los progenitores -los padres- no de los hijos.
¿Cuáles son los componentes que producen esta trágica y dañina «crisis de autoridad», que nos aqueja a los padres hoy en día? ¿Por qué no tenemos la posibilidad de decir NO? ¿Por qué nos cuesta tanto entablar una disciplina en el seno familiar? ¿Qué nos lleva a estimar resolverles los inconvenientes a nuestros hijos, darles todo en charola de plata y a manos repletas y facilitarles tanto la vida? ¿Por qué dejamos que nos maltraten?
Este libro responde a estos cuestionamientos y proporciona información y herramientas efectivas para ayudar a los padres a aprender a amar a sus hijos con sabiduría y a aprender para hacer la armoniosa combinación de una firme disciplina y un gran amor: fórmula infalible.