Goya no fue solo entre los artistas más importantes de su tiempo. Fue también un hombre comprometido con su época y un espectador lúcido de lo que de grande y de miserable tiene la condición humana. Hijo de la Ilustración, Goya fue el testimonio privilegiado de acontecimientos históricos de primer orden, como la entrada en la Península de los ejércitos de Napoleón, que iban a traer a España, como pensaban muchos, el avance y las ideas de las luces. Sin embargo, ante lo ocurrido, a Goya se le plantearon muchas cuestiones: ¿Puede imponerse el bien por la fuerza? ¿Es posible supervisar la violencia con la razón? ¿Qué vía queda abierta cuando todas las promesas han sido traicionadas? Cuestiones que el día de hoy siguen planteándose y a las que Goya procuró ofrecer contestación mediante su pintura. Todorov examina en este libro al Goya pensador, al indagador de las potencias oscuras que, paralelamente a la intención y a la razón, dominan la vida de los hombres. Y nos descubre una manera radicalmente nueva de ver la figura y la obra de Goya hasta situarlo como entre los pensadores más profundos, no menos que su contemporáneo Goethe o que Dostoyevski cincuenta años más tarde.
Goya no fue solo entre los artistas más importantes de su tiempo. Fue también un hombre comprometido con su época y un espectador lúcido de lo que de grande y de miserable tiene la condición humana. Hijo de la Ilustración, Goya fue el testimonio privilegiado de acontecimientos históricos de primer orden, como la entrada en la Península de los ejércitos de Napoleón, que iban a traer a España, como pensaban muchos, el avance y las ideas de las luces. Sin embargo, ante lo ocurrido, a Goya se le plantearon muchas cuestiones: ¿Puede imponerse el bien por la fuerza? ¿Es posible supervisar la violencia con la razón? ¿Qué vía queda abierta cuando todas las promesas han sido traicionadas? Cuestiones que el día de hoy siguen planteándose y a las que Goya procuró ofrecer contestación mediante su pintura. Todorov examina en este libro al Goya pensador, al indagador de las potencias oscuras que, paralelamente a la intención y a la razón, dominan la vida de los hombres. Y nos descubre una manera radicalmente nueva de ver la figura y la obra de Goya hasta situarlo como entre los pensadores más profundos, no menos que su contemporáneo Goethe o que Dostoyevski cincuenta años más tarde.
Goya no fue solo entre los artistas más importantes de su tiempo. Fue también un hombre comprometido con su época y un espectador lúcido de lo que de grande y de miserable tiene la condición humana. Hijo de la Ilustración, Goya fue el testimonio privilegiado de acontecimientos históricos de primer orden, como la entrada en la Península de los ejércitos de Napoleón, que iban a traer a España, como pensaban muchos, el avance y las ideas de las luces. Sin embargo, ante lo ocurrido, a Goya se le plantearon muchas cuestiones: ¿Puede imponerse el bien por la fuerza? ¿Es posible supervisar la violencia con la razón? ¿Qué vía queda abierta cuando todas las promesas han sido traicionadas? Cuestiones que el día de hoy siguen planteándose y a las que Goya procuró ofrecer contestación mediante su pintura. Todorov examina en este libro al Goya pensador, al indagador de las potencias oscuras que, paralelamente a la intención y a la razón, dominan la vida de los hombres. Y nos descubre una manera radicalmente nueva de ver la figura y la obra de Goya hasta situarlo como entre los pensadores más profundos, no menos que su contemporáneo Goethe o que Dostoyevski cincuenta años más tarde.
