Levantarse de la cama, llevar a los niños al instituto, ir a trabajar, preparar algo de comer… Todo eso puede representar un logro increíble para esas personas que deben hacer un esfuerzo sobrehumano solo para sostenerse de pie. ¿De qué forma puedes proseguir adelante? ¿De qué forma haces lo que haces, día tras día, según la iniciativa que la gente tiene de ti y como la sociedad espera que lo hagas, cuando lo que realmente quieres es esconderte y ocultar?
En Fugas, James Rhodes procura saber de qué manera hacer soportable lo molesto en las situaciones mucho más impensables. Durante cinco meses de agotadora gira musical, tocando en frente de cientos de personas y con la incesante compañía de las torturadoras voces de su cabeza, a James no le queda otro remedio que lidiar con una cabeza salvaje y llena de recovecos.
Afortunadamente, todavía le queda la música, siempre. Bach, Chopin, Beethoven… Su Beato Grial, su mecanismo de supervivencia.
Estas son unas memorias importantes y primordiales. Sobre sobrellevar la rutina al mismo tiempo que te sientes inútil de escapar de la disparidad. Sobre no poner el listón de la felicidad demasiado prominente. Sobre aceptar que la vida es algo imperfecto y turbulento.
James Rhodes explora los mitos que rodean la depresión, la ansiedad y el agobio (las plagas de nuestra sociedad hoy en día), los desgrana en un millón de pedazos y los regresa a recomponer con el sentido del humor y la sensibilidad que lo caracterizan.
¿Cuál es la buena nueva? Que todo saldrá bien. Solo eso.