Yo, Julia
192 d.C. Múltiples hombres luchan por un imperio, pero Julia, hija de reyes, madre de césares y esposa de emperador, piensa en algo mucho más ambicioso: una dinastía. Roma está bajo el control de Cómodo, un emperador ido. El Senado se conjura para finiquitar con el tirano y los gobernadores militares mucho más poderosos podrían ofrecer un golpe de Estado: Albino en Britania, Severo en el Danubio o Nigro en Siria. Cómodo retiene a sus esposas para eludir su rebelión y Julia, la mujer de Severo, se convierte de este modo en rehén.
De pronto, Roma arde. Un incendio asola la ciudad. ¿Es un desastre o una ocasión? Cinco hombres se disponen a luchar a muerte por el poder. Creen que la partida está a puntito de comenzar. Pero para Julia la partida ahora comenzó. Sabe que solo una mujer puede forjar una dinastía.
Y Julia retó a los dioses
Mantenerse en lo prominente es considerablemente más difícil que llegar. Julia está en la cúspide de su poder, pero la traición y la división familiar amenazan con echarlo todo a perder. Para colmo de males, el médico Galeno diagnostica que la emperatriz sufre lo que él, en griego, llama karkinos, y que los romanos, en latín, denominan cáncer. El combate despiadado entre sus dos hijos aboca la din…