Los soldados pertenecientes de los tercios defendieron los intereses de la Monarquía Hispánica allí donde fueron mandados. Estas unidades representaron la mayor expresión de la organización militar de la corona de españa. España mi naturaleza, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura, una corta y anónima estrofa de tres versos, se realizó muy habitual entre sus soldados a partir de la segunda mitad del siglo XVI. La lejana y levantisca región del norte de Europa se convirtió en muchos casos en su tumba, pero continuaron allí, por su rey y porque de esta forma se lo pedía su honor. Sobre sus numerosas victorias y gestas se han vertido mucha tinta. Este libro da un paso mucho más allí. El lector encontrará un análisis de la realidad diaria de estos hombres, desde su nacimiento hasta su muerte, fuera o no en el campo de batalla. Va a tener la respuesta a preguntas tan variadas como ¿de qué se componía su dieta?, ¿de qué manera era su relación con los naturales del país? , ¿cuáles eras las motivaciones que los llevaban al combate? En defi nitiva, los va a acompañar en su aventura: primero, desde España hasta Italia, en la que se afi anzarán perdurables lazos y, fi nalmente, por el mítico Camino Español, a Flandes, donde combatirá a su lado, codo con codo.